Tras el bronce de Blanca Fernández Ochoa en Albertville'92
25 años congelados en los Juegos de Invierno
El 20 de febrero se cumplen 25 años del bronce de Blanca Fernández Ochoa en los Juegos Olímpicos de Invierno de Albertville 1992. 20 años después del oro olímpico consechado por su hermano, Francisco Fernández Ochoa, en Sapporo'72 (vídeo). Son las dos únicas medallas del deporte español en los Juegos de Invierno. 25 años y 6 ediciones olímpicas después, el medallero español en Juegos de Invierno permanece congelado.
En las pistas de Sapporo, un 13 de febrero de 1972, Francisco Fernández Ochoa (La Molina 1950 -Cercedilla 2006), logra uno de los mayore hitos del deporte español tras lograr el oro en la modalidad de Eslalom. El mayor de la saga de los Ochoa se hizo con el triunfo tras imponerse en la 1ª manga (55:36) y situarse segundo en la 2ª (53:10).
20 años después, en Albertville 1992, su hermana Blanca (Madrid, 1963), también en Eslalom, se convierte en la primera deportista española en colgarse una presea olímpica. La esquiadora madrileña pudo resarcirse en parte de la caída sufrida cuatro años atrás en la segunda manga del Eslalom Gigante de los Juegos de Calgary, que la privó del oro tras una espléndida primera serie y la relegó al 5º puesto final. Previamente a la medalla olímpica, entre 1985 y 1991, Blanca ya había hecho también historia para el deporte español al imponerse en cuatro pruebas de la Copa del Mundo.
María José Rienda, 6ª en Eslalom Gigante en Salt Lake City 2002, Jordi Font, 4º en Snowboard en Turín 2006, Javier Fernández, 4º en patinaje artístico en Sochi 2014, además de Lucas Eguibar, 7º puesto también en Sochi 2014 en Snowboard, han sido los deportistas españoles que más cerca han estado de descongelar el medallero invernal durante este tiempo. Los dos últimos son también las grandes esperanzas hispanas para obtener presea en Pyeonchang 2018.
El escándalo Muehlegg. Entre medias nuestro deporte pasó por el doloroso trance del dopaje en Salt Lake City 2002 de Johan Muehlegg, alemán reconvertido a español, y con el que los federativos españoles de la época buscaron una vía rápida -la nacionalización- para desempolvar el medallero. En esa cita olímpica el hispano-alemán consiguió 3 oros en esquí de fondo que, por supuesto, le fueron retirados al dar positivo por darbepoetina. Un daño que, 10 años después, todavía le cuesta superar a nuestro deporte invernal.
El futuro.- La Real Federación Española de Deportes de Invierno ha lanzado un Plan Estratégico 2016/2022. "Queremos que sea una hoja de
ruta de todos los agentes públicos y privados con el objetivo de clarificar los pasos y procedimientos del
sistema deportivo español de la nieve", apunta el presidente de la Federación, May Peus España, en la presentación del Plan.
Según se señala en este Plan, el potencial existe, pero hay que convertirlo en práctica. Uno de los principales inconvenientes que tiene el deporte español de Invierno es la 'incertidumbre' de la nieve, lo que "limita la fidelización de los practicantes y la inversión de las empresas".
Programas escolares atractivos, especialmente en zonas cercanas a estaciones de esquí, formación de técnicos, mayores incentivos para los clubes, mayor inversión en instalaciones deportivas (31 de esquí alpino, 10 de esquí nórdico y 1 de esquí indoor), sus circuitos (la mayoría sin homologar) y los 3 Centros especializados de tecnificación de deportes de invierno
reconocidos por el Consejo Superior de Deportes, además de ofrecer un calendario de competiciones atractivo y ajustado a las necesidades de cada disciplina, son los principales retos que se plantea acometer la Federación y sus organismos territoriales en estos seis años para dejar un legado que sirva de base para que el deporte español mejore sus expectativas en próximas citas olímpicas.
Ana de Benito/ana@furiaroja.com
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