Barcelona 1992
España sorprende al Mundo
Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 marcaron un antes y un después para el deporte español y también para España como nación. Tras superar la prueba de la Copa del Mundo de Fútbol 1982 con nota alta en el aspecto organizativo (no así en el deportivo), España se enfrentaba diez años después a otro reto de dimensiones mundiales mucho mayor y complejo. 28 deportes y 257 especialidades deportivas en la que participaron 9.356 atletas de 169 países diferentes.
La primera prueba fue la temida ceremonia de inauguración (25 de julio), que España superó brillantemente con ingenio y el espectacular montaje de La Fura dels Baus. Todavía hoy (seis Juegos Olímpicos después) la escena del encendido del pebetero en el estadio de Montjuic es una de las más recordadas en la historia del Olimpismo. Cuando el arquero Antonio Rebollo disparó la flecha y el pebetero se encendió, fuimos muchos los que vibramos de emoción y, también hay que decirlo, respiramos con alivio. Es verdad que hubo truco (un mecanismo saltó automáticamente y encendió la llama en cuanto la flecha pasó por encima del pebetero), pero ello no empaña la emoción ni la magia del momento. Cuando el mundo entero te contempla, es mejor evitar imprevistos. La excelente organización posterior del conjunto del evento mostró al mundo la imagen de una España moderna, preparada, abierta y fiable.
En el plano deportivo, incluso contando con el dinero invertido a través del Plan ADO para ayudar a nuestros deportistas, también eran muchas las dudas que se cernían. España había cosechado 26 medallas (sólo 5 de oro) en sus 16 participaciones olímpicas previas y el fracaso de la selección española de fútbol como anfitriona en el Mundial'82 tampoco ayudaba a generar buenas expectativas. Las medallas se confiaban a Arantxa Sánchez Vicaro, al nadador hispano-norteamericano Martín López Zubero, regatistas, marchadores y....alguna sorpresa. Ni los más optimistas se imaginaron el resultado final: 22 preseas (13 de ellas de oro) y sextos en el medallero general.
Deportivamente Barcelona 92 supuso un antes y un después, demostrando su carácter competitivo. Carácter que se trasladó a los niños/as que entonces disfrutaban de las gestas de sus ídolos por televisión y que crecieron deportivamente al amparo de esa imagen.
Muchos de los grandes deportistas españoles de hoy son los niños del 92. Y, aunque es verdad que los resultados cosechados en los Juegos posteriores no han superado (salvo en deporte femenino) a los de Barcelona, el deporte español en general ha generado grandes éxitos en la mayoría de las disciplinas deportivas.
Ana de Benito/ana@furiaroja.com
@furiaroja_com
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