EL BAILE DE INTERNACIONALIDADES

Di Stéfano y Kubala (en la foto en un entrenamiento), junto con Puskas, fueron los principales 'fichajes' de la Federación Española de Fútbol en la década de los 50 y principios de los 60. Los tres comparten el haber sido internacionales con sus países de origen antes de debutar con la selección española.

Di Stéfano jugó seis partidos con la albiceleste antes de enfundarse La Roja. Puskas disputó 85 partidos con Hungría e incluso jugó la final del Mundial del 54 frente a Alemania, antes de su efímero paso por la selección española. Kubala defendió los colores de tres selecciones: Hungría (6 veces), Checoslovaquia (11) y España (20).
Estos tres jugadores fueron la base fundamental del llamado 'equipo de la ONU' con el que la selección se presentó para disputar el Mundial de Chile '62, con muy mal resultado por cierto.

Eran otros tiempos, en los que la nacionalidad era fácil de adquirir por la presión ejercida por los clubes y la permisividad de FIFA y UEFA. Y fue, precisamente, la impresión que causó a Sir Stanley Rous -presidente de la FIFA de 1961 a 1974- ver jugar a Puskas con la selección española lo que provocó que esta Federación aprobara una disposición en septiembre de 1969 que prohíbe a un jugador que haya sido internacional por un país (partido oficial y categoría absoluta), pueda serlo por otro. Norma que sigue actualmente vigente.

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El escándalo de los 'oriundos'

Tras la decepcionante actuación del 'equipo de la ONU', achacada a la 'invasión foránea' en el fútbol español, la Federación Española prohíbe el fichaje de jugadores extranjeros a partir de la temporada 64/65. Es entonces cuando los clubes españoles lanzan sus redes sobre el continente americano escudados en la norma que convertía en “asimilado” a cualquier descendiente de españoles, siempre y cuando no hubieran vestido la camiseta de ninguna selección nacional. Clubes e intermediarios, con la aquiescencia de los propios jugadores y la 'permisividad' de las autoridades españoles y de procedencia, vieron el negocio. En los años 60 y 70 cruzaron el charco jugadores con abuelos y tatarabuelos españoles a quienes sólo conocían a través de los papeles que les aportaba el club o el intermediario y, en algunos casos, con cambio de nombre y partida de nacimiento. Fue tal el abuso que a finales de los 70 acabó estallando el escándalo de la documentación falsificada de muchos de ellos, convirtiéndose en una de las páginas más sonrojantes del fútbol español. Roberto Martínez, Heraldo Becerra, Rubén Valdez, internacionales con la selección, estuvieron en el centro de la polémica, pues se demostró que sus papeles eran falsos. La sospecha también recaería sobre otros internacionales 'oriundos' pero finalmente se decidió correr un tupido velo a modo de 'amnistía' para los infractores y un pacto entre la FIFA y la RFEF de que los internacionales 'sospechosos' no volverían a jugar con la selección.
Fuentes y artículos de interés:
»"El timo de los paraguayos" de José Ignacio Corcuera (CIHEFE)