EUROCOPA PAÍSES BAJOS 2000
PARTIDO 3. GRUPO C.
21 de junio de 2000.
Brujas (Jan Breydel)
YUGOSLAVIA 3 - ESPAÑA 4
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Vídeo colgado en Youtube con la narración de los comentaristas de la cadena Cope. |
La alegría del equipo español tras el gol de Alfonso Pérez en el descuento que le daba la clasificación a cuartos del Europeo de Bélgica-Holanda.
ALINEACIONES:
YUGOSLAVIA: Krajl; Komljenovic, Djukic, Mihajlovic, Djorovic ('12 Stankovic); Stojkovic ('68 Saveljic), Jokanovic, Jugovic ('46 Govedarica), Drulovic; Mijatovic y Milosevic.
D.T: V.Boskov.
ESPAÑA: Cañizares; Salgado ('46 Munitis), Abelardo, Paco Jémez ('65 Urzaiz), Sergi; Mendieta, Helguera, Guardiola, Fran ('22 Etxeberría); Alfonso y Raúl.
DT: J.A.Camacho
Árbitro: Giles Veissiere (Francia)
GOLES:
Milosevic 1-0 ('30); Alfonso 1-1 ('39); Govedarica 2-1('50); Munitis 2-2 ('51); Komljenovic 3-2 ('76); Mendieta 3-3 ('90p) y Alfonso 3-4 ('90+5) |
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El último partido frente a Yugoslavia
Alfonso Pérez marcó el último gol en tiempo de descuento
La edición XI de la Eurocopa tenía, por primera vez, como sede de su fase final a dos países: Holanda y Bélgica. La Selección española, entonces dirigida por José Antonio Camacho, y Yugoslavia formaban parte de las 16 selecciones clasificadas.
Yugoslavia era el eterno rival de la Selección Española. Los duelos entre ambos combinados se habían convertido en épicos desde que en los años 60 y 70 el bombo de la Uefa y la FIFA se encaprichara una y otra vez en su emparejamiento, lo que sumaba un total de 13 partidos oficiales. Si no coincidían en una fase de clasificación, tocaba en fases finales. Así ocurrió en la Eurocopa del 2000, ambos conjuntos eludieron coincidir en la fase de clasificación, pero no así en la fase final, coincidiendo en el grupo C, junto a Noruega y Eslovenia.
España perdía en el minuto 90 y necesitaba ganar para clasificarse para cuartos.
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España y Yugoslavia, por tanto, jugarían en estadio Jan Breydel de Brujas su 14º enfrentamiento oficial. En teoría, ambas selecciones eran las más fuertes del grupo, y puesto que su enfrentamiento era el último a priori parecía poco decisivo.
Nada más lejos de la realidad. España perdió, de forma sorprendente e inesperada, en su debut frente a Noruega, volviendo a los viejos fantasmas del pasado a pesar de las positivas expectativas que había inculcado el equipo de José Antonio Camacho en la fase de clasificación.
El juego del equipo español mejoró ostensiblemente en su segundo encuentro y, aunque apuradamente, se ganó a Eslovenia por 2-1. Todo quedaba pendiente para el tercer choque, en el que a España sólo le valía la victoria para clasificarse para cuartos.
España jugaba bien, conducido por Guardiola, pero defensivamente hacía aguas y cada vez que se aproximaba el equipo yugoslavo al área español, marcaba. Así, Yugoslavia se adelantó por tres veces en el marcador. A los dos primeros goles yugoslavos respondieron rápidamente los jugadores de Camacho, pero el tercero de los balcánicos -minuto 76- parecía ya una losa demasiado pesada para superar para un equipo cansado ya por entonces de ir siempre a remolque. Pasaban los minutos, el tiempo se agotaba y la afición española ya dabámos por segura la eliminación. Una vez más, el equipo nacional regresaría a casa antes de tiempo.
En el minuto 90 el árbitro pita penalti en el área yugoslava por una falta al defensa español Abelardo, que ya se había convertido en un delantero centro más. Mendieta con tranquilidad marca el empate, pero no es suficiente; España seguía eliminada y el cronómetro marcaba el minuto 92. Los yugoslavos perdieron la pelota rápidamente en el saque de centro y ante el empuje de los jugadores españoles.
No había tiempo para hilvanar jugadas. Guardiola cuelga el balón al área yugoslava, Urzaiz le gana el salto a su defensor y lo peina como puede en las inmediaciones del área grande, donde se encuentra Alfonso Pérez. El delantero madrileño no se lo pensó, chuta tal como le llega el balón y... Gooooool! Goooooool! Goooooool! ¡MILAGRO!, resuena en las hasta entonces silenciosos hogares y barrios españoles.
Por entonces nadie se imaginaba que aquel sería el último gol y el último partido frente a Yugoslavia, nuestro eterno rival. El país balcánico iniciaría poco después un traumático proceso de disolución, del que surgirían seis nuevas naciones y sus correspondientes selecciones. El destino quiso cerrar de forma épica los enfrentamientos entre ambas selecciones (19 partidos, de los cuales sólo cinco tuvieron carácter amistoso).
Crónica: furiaroja.com
Imágenes: fotoimagenes.org