MUNDIAL COREA-JAPÓN. CUARTOS
22 de junio de 2002.
Gwangju (Estadio W.C.S)
COREA 0 -ESPAÑA 0 (Penaltis 5-3)
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ALINEACIONES:
COREA DEL SUR: Lee Won Jae; Choi J., Cheul, Kim Tae Young ('89 Hwang Sun Hong), Hong Myung Bo, Song Chong Gu, Kin Nam II ('32 Lee Eul Yong), Yoo Sang Chul ('60 Lee Chun), Lee Young Poo, Park Ji Sung, Seol Hi Hyeon y Ahn Jung Hwan.
D.T.: Guus Hiddink
ESPAÑA: Iker Casillas;
Puyol,
Nadal,
Hierro,
Romero;
Joaquín,
Helguera ('88 Xavi),
Baraja,
De Pedro ('70 Mendieta), Valerón ('80 Luis Enrique) y
Morientes
D.T: J.A. Camacho
Árbitro: Gamal Al Ghandour (Egipto)
Tanda de penaltis
COREA DEL SUR 5 ESPAÑA 3
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Jung-Hwang |
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Hierro |
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Ky-Hieon |
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Baraja |
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Myung-Bo |
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Xavi H. |
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Sun-Hong |
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Joaquín |
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Ji-Sung |
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La Selección
vuelve a casa imbatida
España
cae eliminada por los anfitriones en la tanda de penaltis tras una actuación
arbitral polémica
22-06-2002. Los italianos protestaron por mucho menos. La actuación arbitral
perjudicó claramente al conjunto español. El partido no
debió llegar a la tanda de penaltis, ni siquiera a la prórroga.
Tres jugadas favorables al equipo español que terminaron en la
red fueron abortadas por unas decisiones del equipo arbitral más
que discutibles. Uno de los linieres, al que tras la tanda de penaltis
se dirigió Helguera -afortunadamente sin éxito, porque
el madridista estaba fuera de sí- , señaló excesivos
fueras de juego al equipo español en posiciones perfectamente
legales que podían haber cambiado el signo del partido, porque
al menos cuatro de ellas eran oportunidades claras de gol. A pesar de
todo, Camacho fue un caballero: "nos han ganado porque fueron mejores".
No lo creía, pero lo dijo.
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LA JUGADA DE LA POLÉMICA. Joaquín se escapó de su marcador coreano y centró un balón medido que Morientes remataría a gol. El linier levantó la bandera por considerar que el balón había superado la línea de fondo. Era el minuto '2 de la prórroga y hubiera significado el final del partido y el pase del equipo español a semifinales ya que por entonces estaba vigente la norma del gol de oro. |
Una vez
más España se fue del Mundial cuando jugó su mejor
partido. Maniató a Corea del Sur desde el principio, presionando
arriba cuando era necesario, defendiendo con orden atrás las
pocas veces que los asiáticos se acercaron al área española
(ninguna en la primera mitad), controlando la pelota siempre y atacando
con peligro, sobre todo por la banda de derecha, donde Joaquín
volvió loca a la zaga de Guus Hidink.
Corea no
era la de anteriores partidos. Había desaparecido su fútbol
correoso, constante, velocísimo. Eran muchos partidos para mantener
ese ritmo, pero también encontró en la Selección
española un equipo que no le permitió su juego ágil
y alegre. La banda izquierda del ataque coreano estaba inutilizada por
Puyol que cuajó un partido sensacional. Hasta el momento, el
mejor lateral derecho del Mundial. El centro de la defensa española
era un valladar inexpugnable, porque también estaba por delante
Helguera, otro de los sobresalientes del conjunto de Camacho. A medida
que avanzaba la primera mitad el dominio español se hacia más
patente. España empujaba y ponía en serios aprietos la
portería de Lee. Daba la impresión de que el primer tiempo
no finalizaría sin que España abriera el marcador. Pero
ahí, los nuestros no estuvieron ni mucho menos acertados. Quizá
se echó a faltar Raúl.
En los
primeros minutos después del descanso sólo cambió
que ahora los equipos jugaban en campos distintos. Baraja remató
de cabeza una falta y alojó el balón en la meta coreana.
El colegiado había señalado antes una falta increíble
del equipo español, presumiblemente de Helguera, y el tanto no
subió al marcador.
Mediada
la segunda parte, Corea se sacudió el dominio español
y creó algunas ocasiones de peligro, que desbarató Iker
Casillas en paradas sensacionales. Volvió a retomar España
el control del partido pero los noventa minutos finalizaron con cero
a cero en el casillero.
No decayeron
físicamente los jugadores en la prórroga. España
siguió creando peligro. Joaquín se escapó de nuevo,
entró en el área y centró un balón medido
que acabó en gol. Inútil. El línea había
levantado el banderín indicando que el balón había
salido. Las repeticiones muestran que no hubo duda en la jugada. La
pelota no llega nunca salir del terreno de juego.
A continuación,
Morientes envió un balón al palo y, a partir de ahí,
lo dicho: el linier desbarataba, señalando fueras de juego inexistentes,
cualquier ocasión que oliera a peligro en el área coreana.
Y claro, así se llegó a la tanda de penaltis, con los
jugadores españoles indignados con la actuación del equipo
arbitral. Ya se sabe, una lotería. Casillas estuvo a punto de
detener el primer lanzamiento, pero no lo consiguió por poco.
Quien si lo hizo fue Lee a tiro de Joaquín en el cuarto lanzamiento
español, cuando los coreanos habían marcado ya sus cuatro
penaltis. El bético había sido el mejor jugador del partido.
Nada que reprochar al joven extremo. El suyo fue un partido de antología.
La eliminatoria quedaba en los pies del capitán coreano. En eso,
en la suerte de los penaltis, fueron mejores los coreanos. Sólo
en eso. Pero pasan a semifinales.
Preocupante
la actuación de los colegiados y sospechosas las designaciones
arbitrales por parte de la FIFA, organización de la que por cierto
el Presidente de la Real Federación Española de Fútbol,
Ángel María Villar, es vicepresidente.
Crónica: furiaroja.com
Imágenes:fotosimagenes.org
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